Trasladan a casi 300 animales a refugio tras cierre de zoológicos estatales en Costa Rica
Policías, veterinarios y funcionarios del Ministerio de Ambiente de Costa Rica llevaron a cabo el traslado de casi 300 animales hacia un refugio tras el cierre de los zoológicos estatales en el país, marcando un cambio hacia santuarios y centros de rescate.
Este sábado, en una operación coordinada, policías, veterinarios y funcionarios del Ministerio de Ambiente de Costa Rica procedieron al traslado de cerca de 300 animales hacia un refugio, después del cierre de los dos últimos zoológicos estatales.
Este cierre llegó después de 11 años de demora desde la aprobación de una ley de protección de la fauna en el país centroamericano.
Entre los animales trasladados se encontraban un jaguar, cocodrilos, monos araña, un perezoso y diversas especies más. Estos ejemplares fueron sacados uno a uno por los funcionarios en el antiguo zoológico Simón Bolívar, ubicado en el centro de San José, y fueron introducidos en jaulas portátiles.
Posteriormente, fueron cargados en camiones y escoltados por la Policía hasta el Centro de Rehabilitación de Fauna Salvaje, conocido como Zoo Ave, ubicado en la periferia de la capital costarricense.
El ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, destacó el cambio que representa este traslado y el cierre de los zoológicos estatales en Costa Rica: "Nos convertimos en un país sin zoológicos estatales y con una visión hacia santuarios y centros de rescate nada más", expresó durante la operación.
A pesar del cierre de los zoológicos estatales, en Costa Rica aún existen al menos 18 zoológicos privados que no se ven afectados por esta ley de protección de la fauna.
El funcionario José Pablo Vázquez, del área de conservación del Ministerio de Ambiente, señaló la importancia de evaluar la salud de cada animal trasladado, mencionando que biólogos y veterinarios realizaron exámenes preliminares antes de enjaular a los animales y subirlos a los camiones.
Los terrenos de los zoológicos Simón Bolívar y del Centro de Conservación de Santa Ana, también cerrado, pertenecen al Estado costarricense, si bien su gestión estaba a cargo de la Fundación FundaZoo. Estos recintos, que debieron haber cerrado en 2014 según la ley aprobada en 2013, vieron retrasada su clausura debido a recursos judiciales presentados por FundaZoo para defender la concesión. Finalmente, el gobierno optó por no renovar el contrato, lo que llevó al cierre definitivo.
Juan Carlos Peralta, director de la ONG Asociación para el Bienestar y Amparo Animal, respaldó la decisión de cerrar los zoológicos estatales, afirmando que estos no tenían sentido y representaban un costo elevado para los costarricenses. Sugirió que los terrenos del antiguo zoológico Simón Bolívar deberían ser transformados en un jardín botánico para beneficio de la ciudadanía.